En los grandes supermercados hay naranjas de
Sudáfrica, manzanas de China y tomates de Marruecos. Alimentos que los tenemos
aquí y sin embargo los traemos del otro extremo del mundo. Esto obviamente se
hace por un motivo y no es pensando en el beneficio de consumidores y
agricultores. Lo que prima son los intereses de las grandes multinacionales que
especulan con la comida de todos para enriquecerse.
Grain, una organización
internacional que trabaja apoyando a los campesinos, afirma que desde 1960
hasta la actualidad, la producción de alimentos se ha multiplicado por tres. En
el mismo espacio de tiempo, la población mundial se ha duplicado. Es decir, que
en realidad se produce comida de sobra para todo el mundo. La ONU asegura que a
día de hoy se puede alimentar a 12.000 millones de personas. Datos del año 2015 indican que somos poco más de 7000 millones de personas en el planeta y una de
cada ocho pasa hambre.
No es un problema de falta de alimentos, son
los intereses económicos, como casi siempre, los que provocan esta dantesca
situación.
La comida nos enferma
La mayoría de alimentos que consumimos están
repletos de pesticidas, de hormonas, de medicamentos, de aditivos y de
transgénicos, porque a los animales se les alimenta con piensos transgénicos.
En mayo de 2012 entró en vigor un decreto en
Francia que reconocía el Parkinson como una enfermedad laboral producida por
los agrotóxicos. El Dr. Yves Cosset asegura que: “No debe excluirse que otras enfermedades puedan surgir y ser
reconocidas en el futuro”.
El cultivo de transgénicos en España
España es un paraíso para los transgénicos. Es
el único país de la Unión Europea donde se cultiva a gran escala el maíz MON810.
En el año 2014 se sembraron aproximadamente 131.000 hectáreas, aunque
Greenpeace afirma que estos datos no son fiables. Además de España, sólo en Portugal,
Rumanía, Republica Checa y Eslovaquia se cultiva este maíz, pero en menor cantidad
que en España. En Austria, Grecia, Bulgaria, Italia, Francia, Alemania, Hungría,
Luxemburgo y Polonia está prohibido.
De quién recibimos la información
Determinadas instituciones deberían informarnos
y velar por nuestro bienestar, sin embargo, en demasiadas ocasiones esa
información que se nos proporciona está contaminada con lo de siempre, los
intereses económicos.
La Agencia Española de Seguridad Alimentaria y
Nutrición (AESAN) tiene como finalidad garantizar la eficacia de los sistemas
de control de los alimentos y reducir los riesgos de las enfermedades transmitidas
o vinculadas a ellos. Pues bien, esta agencia está dirigida desde el año 2012
por la Sra. Ángela López de Sá, que anteriormente fue una de las principales
ejecutivas de Coca-Cola.
La información es un arma poderosísima, del mismo modo
que lo es la desinformación. Nuestra salud depende en gran parte de buscar
información veraz y no conformarnos con la que nos proporcionan los gobiernos e
instituciones varias.
Beatriz Moragues - Derechos Reservados
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