Los
probióticos son bacterias beneficiosas que cuidan nuestra flora intestinal, muy
importante para mantener el sistema inmune alto y protegernos de las
enfermedades. Descubramos algunos alimentos que nos ayudarán.
Kéfir de leche
El kéfir
puede ser de leche de vaca o de cabra. Se absorbe muy bien y nos proporcionará
gran cantidad de probióticos. Si podemos acceder al ecológico mucho mejor. Los
únicos inconvenientes son para las personas intolerantes a la lactosa o los
veganos, que tendrán que optar por otro alimento.
Aceitunas, pepinillos, col fermentada (chucrut) y demás encurtidos
El
tratamiento que se les da a estos alimentos, provoca la aparición de bacterias
y levaduras que acentúan sus beneficios nutricionales y mejoran nuestra
microbiota intestinal.
Es
importante que estén preparados de forma tradicional, como se elaboraban
antiguamente, ya que los procesos industriales les hacen perder prácticamente
todos los microorganismos.
La col
fermentada beneficia a las personas que sufren algún tipo de alergia y además
de ser rica en probióticos, también contiene distintas vitaminas.
El
encurtido se realiza con agua y sal, en un preparado conocido como salmuera.
Hay que aclarar, que los alimentos encurtidos solo con vinagre, no contienen
probióticos ni ejercen su efecto benéfico. La mayoría de los productos que se
venden en supermercados no suelen tener gran cantidad de propiedades, ya que
generalmente no se les ha dejado fermentar el tiempo necesario en salmuera.
Miso
El miso
es una comida japonesa, elaborada con semillas de habas o soja, y con sal
marina. También se le puede añadir cebada, arroz o trigo. Su proceso le lleva a
terminar en una pasta fermentada, con gran valor nutricional y que alcaliniza
el organismo, rica en probióticos y enzimas digestivas. También se puede
consumir en forma de sopa.
El miso
se utiliza mucho en la cocina macrobiótica y dependiendo de su sabor, más
intenso o más suave, podemos encontrar el miso negro, el rojo y el blanco.
Yogur
Es muy importante que el yogur sea no pasteurizado, natural y sin azúcar. Si está elaborado con leche de oveja o cabra, mucho mejor que si es de vaca. La leche de cabra es más rica en probióticos, especialmente los bifudus, lactobacillus acidophilus, bulgaricus y thermofillus.
Kéfir de agua
Muy poco conocido todavía, es rico en probióticos y se asimila con mucha facilidad. Tiene la ventaja de que lo puede tomar cualquier persona aunque tenga intolerancias alimentarias o sea vegana.
Té de kombucha
Es una
bebida fermentada, que contiene abundantes probióticos. En Europa Oriental se
consume desde hace cientos de años. Además de mejorar la flora intestinal,
facilita las digestiones y reduce las agujetas después de hacer ejercicio.
Chocolate negro
Diversas
investigaciones realizadas en los últimos años, aseguran que los polifenoles
que contiene el chocolate negro benefician la flora intestinal. Distintas
bacterias como los Lactobacilos y las
Bifidobacterias aumentan al consumir
cacao, mejorando la microbiota intestinal y por lo tanto, nuestra salud.
Microalgas
Las algas, como la chlorella y la espirulina, tienen efecto prebiótico, lo que provoca que aumenten las bacterias beneficiosas en nuestro intestino. Su efecto es similar al del chocolate negro, que sin contener probióticos, hace que mejore nuestra flora intestinal.
Beatriz Moragues - Derechos Reservados
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