Estamos acostumbrados a escuchar que para
mantener el cerebro sano hay que tener una mente activa, aprender cosas nuevas
y, como cualquier músculo, ejercitarlo. Sin embargo, desde hace unos años se
sabe que el ejercicio físico también es sumamente importante para el cerebro,
creando nuevas conexiones neuronales y protegiéndolo de importantes
enfermedades.
Imagen de skeeze en Pixabay |
Distintos estudios demuestran que el deporte
aumenta la secreción de BDNF, una neurotrofina que se localiza principalmente
en el córtex cerebral y en el hipocampo. El BDNF protege el cerebro y aumenta
la comunicación entre las neuronas, es decir, la sinapsis.
El ejercicio moviliza distintas zonas cerebrales,
aumenta el flujo sanguíneo, el consumo de glucosa, favorece la aparición de
nuevas neuronas (neurogénesis) y la neuroplasticidad. Asimismo, incrementa la
producción de distintas sustancias que funcionan como neurotransmisores: la
serotonina, la noradrenalina, las endorfinas y el GABA.
Diversas investigaciones han descubierto que la
actividad física aumenta la producción de una sustancia denominada “factor de crecimiento
nervioso”, que favorece el crecimiento de las dendritas y la comunicación entre
las neuronas. Esto afecta a la memoria, el aprendizaje y el razonamiento. Por
lo tanto, las personas que hacen ejercicio tienen una mejor función cognitiva,
envejecen mucho mejor y previenen dolencias como el Alzheimer.
Beatriz Moragues - Derechos Reservados
Para saber más
Totalmente cierto. Excelente artículo. Abrazos
ResponderEliminarMuchas gracias, Nuria 🤗
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