La vitamina C forma parte del grupo de los antioxidantes, junto a las vitaminas A y E. Todos los animales sintetizan esta vitamina a partir de los azúcares del organismo, excepto las cobayas, los primates, el cerdo de Guinea, los murciélagos y los seres humanos, que deben tomarla con la dieta. Es una vitamina hidrosoluble que no se acumula en el organismo, por lo que hay que consumirla diariamente. Es muy difícil que cree problemas, ya que el exceso se expulsa por la orina.
La carencia de vitamina C provoca la enfermedad del escorbuto, cuyos síntomas son sangrado de encías, caída de los dientes, debilidad y fatiga permanente, llevando finalmente a la muerte.
Esta enfermedad hizo estragos en la Edad Media. Los marineros morían a miles en sus travesías, y se pensó que la causa era el gélido viento marino.
En 1747, el médico inglés James Lind administró a varios marineros enfermos zumo de limón, asombrándose por su rápida recuperación.
También el capitán James Cook, unos años más tarde, afirmó que había mantenido a su tripulación sana gracias a que hacían acopio de abundante verdura y fruta fresca cada vez que tocaban tierra.
En 1928, el investigador húngaro Albert Szent-Giörgy aisló una sustancia de las naranjas que llamó ácido hexurónico.
Cuatro años más tarde, expertos de la Universidad de Pittsburg aislaron la vitamina C del zumo de limón y manifestaron que las cobayas a las que habían suministrado esta sustancia estaban libres de escorbuto.
En 1933 un científico suizo sintetiza la vitamina C, y cinco años más tarde se la denomina ácido ascórbico.
Historia de la vitamina C
Esta enfermedad hizo estragos en la Edad Media. Los marineros morían a miles en sus travesías, y se pensó que la causa era el gélido viento marino.
En 1747, el médico inglés James Lind administró a varios marineros enfermos zumo de limón, asombrándose por su rápida recuperación.
En 1928, el investigador húngaro Albert Szent-Giörgy aisló una sustancia de las naranjas que llamó ácido hexurónico.
Cuatro años más tarde, expertos de la Universidad de Pittsburg aislaron la vitamina C del zumo de limón y manifestaron que las cobayas a las que habían suministrado esta sustancia estaban libres de escorbuto.
En 1933 un científico suizo sintetiza la vitamina C, y cinco años más tarde se la denomina ácido ascórbico.
Propiedades de la vitamina C
- Ayuda a absorber el hierro.
- Muy importante para fabricar y mantener en buenas condiciones el colágeno del cuerpo.
- Protege de los radicales libres por su acción antioxidante.
- Mejora la circulación y reduce la posibilidad de que se formen coágulos en la sangre.
- Los resfriados, heridas y quemaduras curan con más rapidez.
- Disminuye los niveles de histamina en el organismo, por lo tanto, es un antialérgico natural.
Síntomas que pueden indicar falta de vitamina C
- Las fracturas o heridas tardan más de lo normal en curar.
- Salen cardenales con facilidad.
- Las encías se inflaman y sangran asiduamente, a pesar de que la higiene bucal sea correcta.
- Infecciones repetidas.
- Arrugas que no corresponden con la edad.
- Dolores y debilidad muscular.
- La carencia de vitamina C aumenta la probabilidad de sufrir un accidente cardiovascular.
Alimentos ricos en vitamina C
- Perejil y pimiento.
- Acerola.
- Fresa y kiwi.
- Naranja, limón y piña.
- Acelga y coliflor.
- Espinacas y tomates.
- Patata y lechuga.
Aclarar que los alimentos crudos mantienen la vitamina C mejor que los cocinados. Esta vitamina se pierde más al hervir los alimentos, que al asarlos o freírlos.
Hay que tomar más vitamina C
- Cuando se es fumador, cada cigarrillo puede eliminar hasta 90 mgr de vitamina C.
- Cuando se sufre de artritis.
- En las temporadas de mucho estrés.
- Cuando se sufre de anemia.
- Cuando se consume alcohol habitualmente.
- En edades avanzadas.
- Cuando la dieta es pobre en frutas y verduras frescas.
- Cuando se padece de mala circulación y varices.
Vitamina C y cáncer
Linus Pauling (1901-1994), Premio Nobel de Química, relata en su libro “Vitamina C & Cáncer” su exitosa experiencia al administrar vitamina C a más de mil pacientes con esta enfermedad.
Este químico fue el creador de la medicina ortomolecular, que actualmente siguen multitud de especialistas, como el Dr. Miguel Ángel Ibáñez, que el pasado año 2009 presentó sus investigaciones sobre la vitamina C en la Universidad de San Diego, Estados Unidos.
Este médico asegura que la vitamina C suministrada por vía intravenosa es una herramienta eficaz en la lucha contra el cáncer. Según sus palabras: “La vitamina C, aplicada de forma intravenosa, no sólo tiene efecto antitumoral sino además antidegenerativo, como demostramos en la investigación que conjuntamente hemos realizado en la Universidad de Barcelona con la Universidad de Stanford (California, EEUU). Es más, se trata de un potente antihistamínico y antiinflamatorio”.
Contraindicaciones y efectos secundarios de la vitamina C
Un exceso de vitamina C puede provocar molestias gastrointestinales. Asimismo, las personas propensas a formar cálculos renales deberán abstenerse de tomar dosis altas de vitamina C.
Beatriz Moragues - Derechos Reservados
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