La flora
intestinal es el grupo de bacterias o microorganismos
que habitan en nuestro intestino y que pertenecen a más de 400 especies
diferentes, concentrándose especialmente en el colon o intestino grueso. Las
bifidobacterias y los lactobacilos son los más abundantes.
Tener
una flora intestinal en buenas condiciones refuerza la salud del organismo
en general, ya que influye en multitud de funciones importantes:
- Potencia el sistema inmune, protegiéndonos de infecciones y otras enfermedades.
- Favorece el ritmo intestinal, aliviando el estreñimiento.
- Facilita la absorción de minerales y oligoelementos, como el hierro, el calcio y el magnesio.
- Ayuda a digerir los alimentos adecuadamente.
- Sintetiza la vitamina K y el complejo B.
Qué desequilibra la flora intestinal
- Las infecciones.
- El consumo de antibióticos y otros medicamentos.
- Las dietas inadecuadas: exceso de café, alcohol o bollería.
- Dolencias como la enfermedad de Crohn, el síndrome del intestino irritable y la colitis ulcerosa.
- El consumo frecuente de laxantes.
- Cambios hormonales.
Consecuencias del desequilibrio de la flora intestinal
- Procesos diarreicos o estreñimiento.
- Sistema inmune más frágil.
- Hinchazón, pesadez de estómago y gases.
- Más facilidad para contraer infecciones.
- Los nutrientes no se pueden absorber de la manera adecuada, produciendo a medio y largo plazo carencias nutricionales que, si no se solucionan, provocarán enfermedades.
- Obesidad.
- Dolencias inflamatorias del intestino.
- Asma, eczemas y alergias.
Cómo mejorar la flora intestinal
Sin duda, adoptando una
alimentación adecuada, no abusando de las comidas procesadas ni del azúcar, y
disminuyendo el consumo de grasas animales. Asimismo, si es necesario, tomando
suplementos de probióticos y prebióticos. Algunos alimentos para mejorar o
preservar la buena salud de la microbiota intestinal son:
- Jengibre.
- Verduras y frutas.
- Kéfir.
- Yogur.
- Cereales integrales.
- Avena.
Flora intestinal y sistema inmune
No
nacemos con la flora intestinal completa, sino que una parte corresponde a la
que nuestra madre nos transfiere y el resto la vamos adquiriendo a través de la
alimentación.
La flora intestinal
es sumamente importante para mantener un sistema inmunológico sano y que
funcione correctamente, ya que forma una barrera que actúa como defensa para impedir
que los microbios lleguen al organismo. Cuando se tiene una flora intestinal
débil, las bacterias perjudiciales pueden crecer sin control y provocar
enfermedades.
Se sabe que los bebés
alimentados con leche materna, tienen un mejor sistema inmune que los que han
sido alimentados con leche de fórmula, ya que las bacterias que se encuentran
en la leche materna, son absorbidas por el niño y potencian su sistema inmunológico.
Beatriz Moragues - Derechos Reservados
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