miércoles, 27 de agosto de 2014

Qué es la cosmética natural

La cosmética natural es cada día más conocida y reclamada, sobre todo por personas que descubren los peligros que en ocasiones conlleva para la salud el utilizar la cosmética tradicional.


Historia de la cosmética


Antiguamente la cosmética estaba ligada a lo sagrado, a la belleza y a la medicina. En la prehistoria se usaban sustancias de plantas, animales o minerales para fabricar materiales con los que, por ejemplo, protegerse de la radiación solar.

Cosmética natural

En el Antiguo Egipto, mujeres y hombres utilizaban cosméticos para embellecerse: se retocaban las cejas, usaban perfumes para mantener la piel suave, se coloreaban labios y ojos, teñían sus cabellos y utilizaban esferas de incienso como desodorante.

Los egipcios consideraban que el maquillaje era un obsequio de los dioses y fue Azazel, líder de los ángeles rebeldes, quien comunicó a los humanos cómo debían pintarse el contorno de los ojos con antimonio.


Qué es la cosmética natural


En la actualidad no existe una definición de lo que es cosmética natural, sin embargo sí debe cumplir los siguientes requisitos:

  • No debe llevar compuestos químicos que puedan dañar la salud o el medio ambiente.
  • No debe estar testada en animales.
  • Debe utilizar embalajes reciclados o reciclables.
  • Los componentes deben ser, como mínimo, en un 90% naturales o de origen natural.
  • Las técnicas de fabricación deben ser respetuosas con el medio ambiente.
  • No se puede utilizar nanotecnología ni organismos modificados genéticamente.


Ingredientes importantes de un cosmético



  • Principios activos: Son los componentes que limpian, hidratan, protegen del sol, tonifican, etc. Es decir, los ingredientes que tienen una acción específica.
  • Excipientes: Es la sustancia en la que se disuelven los principios activos que no es posible aplicar directamente, y definen la apariencia del cosmético. El excipiente más utilizado es el agua.
  • Correctores: Enriquecen el cosmético y enmiendan sus defectos, mejorando su presentación. Algunos correctores son los espumantes, nacarantes, refrescantes, gelificantes…
  • Aditivos: Son los colorantes y conservantes que evitan que el cosmético se estropee, además de mejorar su apariencia.


Sustancias negativas para la salud en la cosmética convencional


Mucha gente piensa que los cosméticos, al no ingerirse por vía oral, no pueden ser perjudiciales. Sin embargo, es una creencia errónea, ya que determinados elementos se absorben por la piel y tienden a acumularse en el organismo, y a pesar de que se encuentren en cantidades ínfimas, con el paso del tiempo se ha comprobado que pueden ser nocivos para la salud. Estos son solo algunos de esos componentes:

  • Bases detergentes: Se usan en champús, dentífricos, jabones líquidos, geles de baño, etc. En ocasiones son muy irritantes y pueden ser especialmente dañinos para los niños.
  • Fenilenediamina: Forma parte de los tintes para el cabello y puede provocar dermatitis alérgica.
  • Disulfuro de selenio: Se usa en champús anticaspa, y está catalogado como posible carcinógeno.
  • Emulsionantes derivados del petróleo: Forman parte de jabones líquidos, protectores solares, geles de baño, toallitas para bebés y champús. Es usual que lleven dioxinas, que están catalogadas como carcinógenos.
  • Tolueno: Se utiliza en el esmalte de uñas y en el quitaesmalte. Puede provocar irritación de garganta, dolores de cabeza y nauseas. Es nocivo para las mujeres embarazadas.
  • Parabenes: Se usan como conservantes y están presentes en todo tipo de productos de cosmética. Se les vincula con el cáncer de mama.


Comprar cosmética natural


En la actualidad, cualquier fabricante de cosmética puede incluir en sus productos el calificativo “natural” o “ecológico”, ya que no existe ningún control general, como, por ejemplo, sí ocurre con la alimentación.

Jabón

Sin embargo, estos productos, como se ha indicado anteriormente en el presente artículo, sí deben cumplir una serie de características, y la única manera de comprar con seguridad, es informarse y leer las etiquetas.

Que no esté testado en animales, el nombre del laboratorio fabricante, que lleve el sello de que cumple la normativa europea y los ingredientes que lo componen, nos darán una buena idea del producto que nos vamos a llevar a casa. Y sin duda, optar por la cosmética natural es algo que nuestra piel y nuestra salud agradecerán.



Beatriz Moragues - Derechos Reservados


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